lunes, 26 de septiembre de 2011

Curiosidades: Consejos para Abrir una Botella de Vino

Indudablemente, el abrir una botella de vino en muchas ocasiones es un ritual que marca el comienzo de un encuentro agradable, en buena compañía y con la intención de celebrar o simplemente compartir un momento especial, pero no se trata solo de remover el corcho de la botella y ya está, ya que hay una serie de importantes recomendaciones y un video para que no quede ninguna duda.

En primer lugar y tal y como lo hemos comentado anteriormente, la temperatura es el factor más importante a la hora de servir un vino, ya que no es lo mismo un vino blanco joven por ejemplo, cuya temperatura ideal al ser servido debe estar en torno a los 6 grados e idealmente enfriado en cubitera, ya que ningún amante de los buenos caldos osaría llevar a su mesa un vino enfriado en la nevera.

Volviendo al tema de la temperatura, en el otro extremo tenemos a los vinos tintos envejecidos, que por sus especiales características de cepas, origen y guarda deben ser servidos a temperaturas lo más próximas a los 20 grados.

Es muy importante el reconocer el tipo de vino que se va a servir para determinar su temperatura previo a ese brindis especial, ya que cada variedad de vino tiene una temperatura ideal, por lo que siempre debemos conocer su variedad, su edad y finalmente, su color.

El acto de descorchar una botella de vino, para los amantes de los finos caldos tiene mucho de ritual, pero además existen una serie de recomendaciones básicas que nos ayudarán a disfrutar de nuestra elección al momento de abrirlo y servirlo.

El primer acto de esta liturgia llamada abrir una botella de vino comienza con el corte de la capsula, acción en la que utilizando idealmente un cortacápsulas o en su defecto un cuchillo, procedemos a cortar el sello que cubre al corcho y que puede ser de plomo, plástico u otro material. El corte debe ser circular y lo más limpio posible, de tal forma que al retirar la parte superior, el corcho queda a la vista.

A continuación y con suaves movimientos se coge la botella y se va insertando lentamente el descorchador hasta llegar a una profundidad suficiente para poder retirar el corcho de la botella sin riesgo que este se parta.

El mayor sacrilegio que puede cometer un profano es atravesar completamente el corcho con el sacacorchos, ya que esto provocará que el corcho se desmigue y trozos de él caerán sobre el vino, contaminándole y alterando su sabor, o al menos, dificultando su cata, especialmente si se está abriendo un vino que ha estado un periodo de tiempo considerable en estado de guarda.

Para destapar la botella, la clave está en quitar el corcho con movimientos suaves y firmes, evitando moverla y tirar con suavidad y presión ascendente. Afortunadamente en la actualidad hay varios tipos de sacacorchos que reducen notablemente el esfuerzo necesario para abrir una botella de vino, como también los riesgos de manipulación brusca o excesiva.

Otra recomendación, especialmente para los vinos que han estado guardados más de tres años es el de coger la botella con suavidad y delicadeza, evitando agitar la botella, ya que durante el proceso de envejecimiento se tienden a formar cristales sólidos en los vinos, los que se depositan por efecto de la gravedad en el fondo de la botella y si ésta ha estado en posición horizontal, es necesario un tiempo de reposo para decantar el vino al poner la botella en posición vertical.

Si lamentablemente y pese a todos los cuidados, los posos del fondo de la botella han vuelto a estar en suspensión, lo recomendable es decantarlo, cambiándolo cuidadosamente a un nuevo recipiente y dejando los residuos en la botella original.

Finalmente, después de destapar la botella de vino, es recomendable limpiar su boca con un paño limpio y seco, con lo que retiraremos cualquier impureza, especialmente los restos del corcho, el cual –por cierto- oleremos cuidadosamente, ya que es un método infalible para asegurarnos que el vino elegido ha sido almacenado adecuadamente, por lo que no se ha contaminado ni deteriorado debido a un corcho defectuoso u otros motivos.

Una vez destapada la botella, es recomendable disfrutar del vino cuanto antes y no dejarlo de un día para otro, ya que al entrar en contacto con el oxigeno, comienza el proceso de oxidación del vino, lo que provoca una alteración de su sabor, color y aroma.


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