martes, 11 de octubre de 2011

Ovillejo de la Mujer y el Vino

                       ¿Qué es bueno sin desatino?
                       ¡El vino!
¿Y es del hombre gran placer?
¡La mujer!

¿Y qué cumple en su presencia?
¡Prudencia!

Pues si no cabe en su ausencia
la felicidad lograr
tampoco se ha de olvidar:
¡con vino y mujer, prudencia!

Julio G. Alonso



El ovillejo es una clase de estrofa que algunos denominan de alarde y que inventó en su forma actual Miguel de Cervantes Saavedra. La usó en el capítulo XXVII de su novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, escribiendo tres ovillejos para la ocasión. 
Los ovillejos se hicieron muy populares, pero luego su uso decayó hasta ser prácticamente abandonado. Más tarde, en el Neoclasicismo, después en el Romanticismo, como hizo Zorrilla en el Tenorio, aunque con algunas licencias, y, por último, en el Modernismo, volvieron a ser utilizados. Miguel de Unamuno, uno de los mayores exponentes de laGeneración del 98 (Antonio Machado, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Ramon María del Valle Inclán y José Martínez Ruiz) también tuvo en cuenta esta estrofa en sus trabajos.

Es una estrofa brillante y muy sonora que implica cierta dificultad. Su elaboración artificiosa hace de esta estrofa un instrumento muy adecuado para la ironía, lo burlesco, lo humorístico o la sátira.

1 comentario:

  1. Aunque hace ya mucho tiempo de la publicación de este ovillejo, no deja de alegrarme que os haya resultado de interés. En relación al vino tal vez os interese conocer esta entrada también publicada en Lucernarios, "Elogio del vino", un soneto que se puede leer en el enlace: http://juliogalonso.wordpress.com/2010/07/18/elogio-del-vino/
    Espero que resulte de interés.
    Salud.

    Julio G. Alonso

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