En un pueblo lejano llamado Cenicero, en La Rioja (España), existe un panadero que ha deslumbrado con algunos de sus inventos comestibles. El panadero, Domingo Alonso, ha creado el pan gallego de aceite, una gran innovación en el medio local, y el cual se puede degustar con un leve toque de aceite de oliva. También ha inventado el pan de cerveza, una receta que combina cerveza sin alcohol y pan casero. Por último, el mes pasado, el gran panadero sacó a la luz su último desarrollo: el pan de vino.
El pan de vino se crea sustituyendo el agua con la que se hace el pan, por vino. El panadero fue haciendo pruebas hasta obtener la medida justa de vino y pan para obtener el mejor sabor, textura y calidad. Este nuevo invento no lleva alcohol, así que es anti-cancerígeno y es bueno para los niños.
Domingo Alonso proviene de una familia de panaderos, y trabaja en el mismo lugar en el que trabajó, su padre y su abuelo. La idea de este nuevo pan nació el año pasado, ya que a unos quilómetros de Cenicero (la ciudad de origen del ingenioso panadero) hay una gran cantidad de bodegas.
Este nuevo pan de vino tiene un gusto muy ligero, un hermoso color uva, y ha gozado de gran aceptación en el público regional. Actualmente es preparado y vendido a restaurantes y hoteles de la zona.
El brillante creador del pan de vino, el pan de cerveza y el pan gallego de aceite, no piensa parar, planea que para el año siguiente estará sacando a la venta el pan de cava, esperemos que sea bueno como los demás y, que sí es posible, se comercialice más, así lo podemos degustar todos nosotros.
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